Humildad
La humildad es la puerta de entrada a la perfección del ser humano.
Es la puerta del cielo, del conocimiento, del poder comprender el universo estando en sintonía con la divinidad. De la humildad se desprenden las claves de vida. La humildad es embellecer y embellecerse por dentro; permite llegar, trasmitir y sanar al otro, pues se puede escuchar y asimilar.
La humildad está hecha de lo mismo que la esencia del espíritu humano. Es el ojo de la verdad, da un manejo, un orden y una forma perfecta a cada cosa; a través de ella se logra el control de las emociones. Aprender desde la humildad es prepararse para la felicidad, porque somos capaces de transformarlo todo, reconociendo y transformando nuestros errores, volviéndonos al origen en nosotros mismos. La humildad es el camino hacia la verdad del amor.
Al ser humildes somos sabiosy tenemos visión actuamos concentradamente, vivimos sin dejarnos presionar, impresionar, ni provocar; reconocemos nuestra esencia y la de los demás; tenemos el control de sí, el manejo de la mente y del conocimiento. Al ser humildes poseemos una palabra dulce y un pensamiento limpio, sencillo y verdadero, somos dueños del tipmpo, somos pacientes; hacemos de lo mínimo y lo elemental, lo máximo y lo trascendental; reconocemos nuestro papel y misión en el universo.